Las campañas electorales tienden a resaltar las diferencias entre las propuestas de distintos candidatos y partidos. ¿Derecha o izquierda? ¿liberales o conservadores? ¿socialistas o capitalistas? Es natural, teniendo diez partidos políticos deseando atrapar nuestras simpatías. Sin embargo, tendemos a olvidarnos de las similitudes.
Todos quisiéramos mejorar la economía. No importa nuestra tendencia. Todos quisiéramos reducir la violencia y la pobreza. No importa nuestra ideología. Todos quisiéramos mejorar la educación, la salud, la innovación, los derechos. No importa nuestra bandera. Todos quisiéramos aumentar el bienestar y la libertad. No importan nuestros sueños. Todos quisiéramos ser felices.
¿Por qué no podemos enfocarnos en las metas que compartimos todos, y trabajar juntos para alcanzarlas? ¿Por qué nos enfrascamos en debates sobre las formas más que en el fondo? ¿Por qué trabajamos más en lo que nos separa y menos en lo que nos une?